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La ficción juvenil le sentó muy bien a Netflix, que encontró un buen filón con 'Élite' allá por 2018 que le duró nada menos que ocho temporadas. Sin embargo, una vez que la serie se despidió, la plataforma de streaming no podía perder la oportunidad de seguir reuniendo a ese público. De ahí nace 'Olympo', también producida por Zeta Studios, que se reformula con deportistas de élite.
Amaia (Clara Galle) es la capitana del equipo de natación artística del Centro de Alto Rendimiento Pirineos y la gran promesa de su modalidad. Sin embargo, el día en el que su compañera de dúo y mejor amiga, Nuria (María Romanillos), supera sus marcas tras ausentarse una semana, la duda sobre el dopaje comienza a adentrarse en ella. A partir de ahí, Amaia se erige en investigadora contra todos para sacar a relucir la verdad de lo que ocurre en el CAR.

Agustín Della Corte interpreta a Roque en 'Olympo'
Con esta sinopsis, poco tienen 'Olympo' y 'Élite' en común más allá de jóvenes en una especie de escuela que en ocasiones tienen sexo y del componente thriller rondando. Aunque intentan defender que todas las escenas de sexo están por guion, pues son prácticamente adolescentes encerrados y sometidos a mucha presión, se nota que hay un interés por mostrar los cuerpos esculturales para ganarse ese público compartido con 'Élite'.
En este sentido, tampoco ha ayudado la promoción de la serie, pues Netflix la ha vendido a través de los desnudos, los cuerpos y el sexo, justo lo que más morbo provoca, con la intención de ganarse el favor de los suscriptores. La serie es mucho más que eso, pero para descubrirlo hay que darle la oportunidad. También cabe señalar que bajo la excusa de que todos son deportistas de élite han conseguido que todos sus protagonistas tengan un cuerpo normativo y, así, no haya cabida a las críticas que 'Élite' recibía por no ampliar el espectro a físicos alejados de la norma.
Un inicio flojo
Teniendo ya claras las similitudes y diferencias con 'Élite', el inicio de la serie resulta bastante flojo. En primer lugar, la cara visible del proyecto ha sido Clara Galle, que sí es cierto que es la gran protagonista de 'Olympo', pero no solo la única. Junto a ella está Nira Osahia, quien incluso es la que aparece en la primera escena e introduce al espectador en la visita inicial por el CAR. Su trama parece que va a ser uno de los grandes reclamos durante los ocho episodios que componen 'Olympo', pero no es así. Ese trágico accidente que protagoniza queda muy diluido y apenas se ofrecen detalles de interés sobre él.
El primer episodio sienta las bases de lo que va a ser la temporada: amistad, traición, competición, dopaje, deporte..., pero no llega a completar esa atmósfera absorbente que te atraiga y desees seguir explorando en las relaciones de los personajes o en el misterio. Todo queda contado a medias tintas, que en parte es lógico al tratarse de un thriller, pero los elementos que ofrece en un primer término no son suficientes para resultar tan interesantes. Por suerte, la serie mejora con el paso de los capítulos gracias a dos principales factores: el desarrollo de la trama del dopaje y la evolución de Amaia.
Según avanzan los episodios, la serie se adentra en la extorsión que sufren los protagonistas y que complica la investigación de la que toma partido Amaia, un poco en el estilo de la mítica 'Pretty Little Liars', que fue maestra en rizar el rizo. Esa sensación de los personajes de chocarse continuamente contra una pared es muy agradecida en los guiones, ya que ayuda a complicar las situaciones y a llevar al límite a los buenos.
Respecto a la evolución de Amaia, Clara Galle tiene la suerte de interpretar al personaje más interesante de la serie, cuyo deseo de justicia se ve afectado por exigencias propias y externas que motivan un fuerte egoísmo. Amaia es la protagonista, pero no la buena, y Galle sabe darle los matices necesarios en esa escala de grises que conforman a este personaje torturado.

Nira Osahia da vida a Zoe en 'Olympo'
No obstante, es una pena que todos los matices que ofrece Amaia no aparezcan también en la gran mayoría de personajes, cuya profundidad no está tan trabajada, de modo que se quedan en simples arquetipos. Por ejemplo, los "malos" no muestran qué les lleva a comportarse de aquella manera ni de dónde viene su ambición, y esto acaba respondiendo al mismo origen que algunas tramas que quedan deslucidas porque el guion no se adentra lo suficiente en ellas.
Apuesta por temas interesantes
A nivel técnico, se nota que Netflix ha apostado al máximo por este proyecto como una de sus principales bazas no solo para el mercado español, sino también internacional. La ficción cuenta con una fotografía muy cuidada y está muy bien dirigida, lo cual resalta los momentos de competición. Aquí destacan especialmente las escenas en la piscina donde el equipo de natación artística realiza sus coreografías.
Por otro lado, 'Olympo' apuntala algunas temáticas muy interesantes sobre el deporte gracias a dar visibilidad a deportes minoritarios y desconocidos. En los últimos años, hemos escuchado testimonios de deportistas de alto rendimiento que se quejan de que su profesión no es suficiente para vivir y que necesitan de patrocinios para poder seguir cumpliendo ese sueño por el que sacrifican gran parte de su vida.

Nuno Gallego como Cristian junto a varios compañeros de 'Olympo'
Precisamente esa precarización del deporte es la base de 'Olympo' y su mayor aliciente, pues domina muchas de las actuaciones de los personajes. Siempre hemos centrado las miras en lo malo que es doparse y en la culpa de los atletas, ¿pero qué les lleva a tomar esa decisión? La ficción trata de exponer estas situaciones sin entrar en un juicio de lo que lleva a los deportistas a cruzar la línea.
Además del dopaje, 'Olympo' navega en otras temáticas propias del deporte como la homofobia todavía imperante o la masculinidad tóxica. En deportes con tanta testosterona por las nubes como el rugby, ser gay es objeto de burlas y defender tu derecho a ser puede convertirse en tu condena. Aquí realiza un gran trabajo Agustín Della Corte, quien forma un gran dúo interpretativo junto a Clara Galle.
'Olympo', que se estrena el 20 de junio, está al nivel de lo que se espera de ella, por lo que todo aquel que se decida a ver la serie sabe más o menos lo que se va a encontrar. Aunque la promoción de Netflix le ha afectado por centrarse en la parte más morbosa, sabe manejar con interés el thriller y que esa sea su gran baza para que el espectador le siga dando al play capítulo tras capítulo. Además, ha sabido reformular la esencia de 'Élite', que ya tan desgastada quedó, para traernos otra ficción juvenil que tiene los ingredientes para convertirse en su próximo pelotazo. Es una lástima que quede deslucida por no profundizar lo suficiente en varios aspectos del guion.